Eibarko Udala
Hora del Planeta

El Ayuntamiento de Eibar se suma, un año más, a la iniciativa ‘La Hora del Planeta’

19/03/2025
Cartel.

Este sábado, 22 de marzo, se apagarán, entre las 20:30 y las 21:30 horas, los focos que alumbran la plaza de Unzaga, las luces del reloj y las de los soportales del Ayuntamiento, y algunas de las luces de la plaza Eibarko Bizikleta.

El Ayuntamiento de Eibar se suma, un año más, a la iniciativa ‘La Hora del Planeta’, por lo que este sábado, 22 de marzo, se apagarán durante un hora, entre las 20:30 y las 21:30, los focos que alumbran la plaza de Unzaga, las luces del reloj de la fachada del Ayuntamiento y las de los soportales, así como algunas luces de la plaza Eibarko Bizikleta,  como un gesto simbólico de lucha contra el cambio climático.

‘La Hora del Planeta’ es un movimiento global promovido por WWF y apoyado por Naciones Unidas para recordar que la naturaleza es el sistema de soporte vital del planeta, que nos brinda todo lo que necesitamos, desde el aire que respiramos hasta el agua que bebemos y los alimentos que comemos, y que debemos defenderla ahora para salvaguardar la salud de nuestra planeta y, a su vez, nuestra propia salud y bienestar.

Desde su primera edición, la campaña se ha convertido en uno de los movimientos ambientales más grandes del mundo, ofreciendo un altavoz a millones de personas y a miles de empresas e instituciones que se suman en más de 200 países. Así, cuando todavía quedan varios días para el sábado 22 de marzo, día de Hora del Planeta y su emblemático «apagón» de una hora, ya son más de 300 las ciudades y pueblos que se han sumado a este movimiento en defensa del Planeta.

La ciencia advierte sobre la necesidad de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 °C. A pesar de que cada vez existe más conciencia sobre  lo que se puede, y se debe hacer, para mitigar el cambio climático y adaptarnos a sus efectos, la crisis climática continúa.

El Servicio de Cambio Climático Copernicus ha confirmado oficialmente que 2024 fue el año más cálido registrado a nivel mundial. Los datos de Copernicus también confirman que 2024 fue el primer año en superar los 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. Superar este límite durante un solo año no es lo mismo que sobrepasar el tope de temperatura de 1,5 °C del Acuerdo de París, que es una media a más largo plazo, pero este es un paso profundamente preocupante hacia ello. Este aumento de la temperatura global se ha traducido en fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones, olas de calor, e incendios devastadores cada vez más frecuentes, muestra de ello fue la DANA de valencia en octubre del pasado año.

Es necesario limitar las temperaturas globales para evitar que empeoren las consecuencias del cambio climático, pero la ventana para hacerlo se está cerrando rápidamente. Si se supera el umbral de 1,5 ºC, nos enfrentaremos a retos y costes aún mayores para reducir las temperaturas. Cada fracción de grado de calentamiento es importante para las personas, la naturaleza y nuestro futuro. 

Así, la concejala de Medio Ambiente de Eibar, Eva Juez Garmendia,  ha asegurado que “desde el Ayuntamiento queremos continuar animando a la ciudadanía a sumarse a este gran movimiento global contra el cambio climático y en defensa de la naturaleza, con un gesto tan simple como apagar la luz durante una hora, porque toda acción por pequeña que sea cuenta. Vivimos en un estado de emergencia climática en el que debemos dar solución todas las personas en conjunto”. Tal vez 60 minutos sean pocos para hacer frente a la emergencia climática, pero si millones de personas en todo el mundo se unen, esa hora se convierte en miles de acciones en defensa del medio ambiente. Una hora que inspira a millones de personas a actuar por nuestro planeta, haciendo que todas las horas cuenten.

Por último, es preciso señalar que, además de mantener anualmente el simbólico gesto de apagar la luz, WWF propone participar a la ciudadanía en la iniciativa #MiRincónDelPlaneta, compartiendo nuestro rincón favorito en la naturaleza, aquellos que no queremos perder, jamás, por la crisis climática. El Planeta se compone de esos pequeños espacios que nos emocionan y queremos conservar.