El de Arrate ocupa un lugar especial en el cancionero vasco

Son muchas las canciones dedicadas a nuestra patrona y al entorno.
El cancionero de Arrate es amplio y rico, una claro ejemplo de la expansión del culto a la Virgen de Arrate y de la importancia que tuvieron las romerías de la época. Muchas personas investigaron sobre este tema, entre ellas Aita Donostia y Omaechevarria. Pero sin lugar a dudas, Don Policarpo Larrañaga fue una de las personas que más trabajó y abordó el cancionero de Arrate, tanto recogiendo viejas coplas como creando nuevas canciones.
El folclore de Arrate siempre ha sido rico y, como hemos dicho, eso se nota en el cancionero, ya que hay muchas canciones en torno a Arrate y a la Virgen. Cuenta la leyenda que los eibarreses y eibarresas no venimos de París sino de Arrate, que es precisamente lo que utilizaba Toribio Etxeberria para designar a los eibarreses: Arratetikoak (los que vienen de Arrate). En el libro de poemas Ibiltarixanak son muchas las menciones que hacen referencia a lo expuesto.
Ez-dakidan alakoren baten,
izango dot amaittu biarra,
asi neban ibilixa Arraten.
Dicen que la vida surge en Arrate, y eso está muy presente en el cancionero. Según otra costumbre, los que vienen de Arrate van allí en busca de pareja. Esto se recoge en coplas antiguas, como las canciones donde los pájaros mediante su canto les dicen a las chicas dónde encontrar pareja. También hay canciones que hacen referencia a la leyenda de la aparición de la Virgen. En el libro Antzinako Eibar de Juan San Martin se explica que las coplas más antiguas del cancionero son las que se han conservado y transmitido oralmente, esas que empiezan “Arrateko zelaiko/bai floridadea…”. Omaechevarria afirmaba que datan del siglo XVI y que se han encontrado numerosas variantes de letras y, también, cinco melodías musicales. Fue en una conferencia de 1923 cuando Policarpo Larrañaga explicó la colección de estas antiguas canciones, que luego se publicó en 1926 en el libro Itzaldiak.
Como hemos dicho, Arrate ocupa un lugar privilegiado en nuestra tradición y folklore, siendo un claro ejemplo de ello las coplas y canciones que han llegado hasta nuestros días, tanto oralmente como por escrito.
Para más información se puede consultar el libro Antzinako Eibar de Juan San Martín que está disponible en esta web. En él hay ejemplos de dichas canciones y coplas.