Mursego umeentzat

Mursego es Maite Arroitajauregi. Mursego es murciélago en portugués. Mursego hace música con un cello, pedal loop station, chiflo, platillos chinos, flauta de émbolo, pandereta, ukelele, teclado con luces de colores, autoharpa, rimas, palmas, improvisación y voz.

Maite ha sido y es cellista de muchos grupos de música del País Vasco: Anari, Lisabö, , Xabier Montoia, Ama say.... Mursego es su proyecto en solitario y en abril del 2009 grabó y publicó el que es fue su primer disco, Bat (1), autoeditado y presentado en directo en escenarios que van desde París a Roma.

A finales del 2012, Maite publicó con la plataforma Bidehuts su segundo disco como Mursego Bi (2), una clara evolución en su sonido, cada vez más alejado de lo experimental  y acercándose al formato canción, utilizando la loop station y el cello como como herramientas añadiendo otros instrumentos para arropar las canciones. Más que un disco era un viaje en los que se hablaba de Finlandia, de los glóbulos rojos, de la playa en verano, de una guerra de vampiros en la vieja Europa, de una mujer sin pasado y de un paseo por la nieve.

Despúes de un tiempo en los que se ha dedicado a colaborar en varios proyectos relacionados con el cine ( Emak Bakia, Invisible) , la danza y el teatro, ha llegado su tercer disco Hiru (3), su confirmación definitiva y una vuelta de tuerca más a un universo cada vez más propio y fascinante. Y cada vez más pop . Pop  en el sentido más amplio y noble de la palabra: una música que sigue bebiendo del rock, de la vanguardia, de la clásica y del folk (de las más diversas geografías); dicho de otra manera, música popular de aquí y de ahora, porque “aquí” es ya todas partes. Un pop en el que las lenguas se mezclan y el euskera se convierte en un idioma extranjero, el castellano en uno del exilio galáctico y el portugués o el finlandés en (casi) nuestras lenguas maternas. Otro viaje cinematográfico a la savana violenta, a la Finlandia de los Kaurismaki, a un Berlín en llamas. Un disco en el que cumbia y poesía se funden con el techno punk. Y que termina con Franco Battiato en la retaguardia. El lugar dónde a Maite le gusta estar. Mirando el mundo boca abajo, como los murciélagos.

Entrada: 5 €